Uno parrandea parejo,
si no sale aquí… tal vez salga por acá. Uno pone la garganta y la chela
y el guaro van a pasar. No es que a uno le guste estarse gastando su pisto en
chingaderas, pero, por alguna extraña razón, siempre queda alguna reserva
mágica que nos deje echarnos un par de chelas a la semana, o si uno logra no
terminarse una botella, un traguito de vez en cuando.Si alguno logra tener la oportunidad de seguir un nuevo
régimen, que tiene mucho cariño y amor como motivación, los invito a que se
propongan hacer el reto Vale-Madres. Sí, del día de San Valentín hasta el día
de la Madre. Es un gran tirón y puede que tenga sus consecuencias seguirlo al
pie de la letra. Sería una “megaparranda” exageradamente extensa. Dejando las
literalidades por un lado, la invitación es para que disfruten de las
reuniones, de las juntas, de los reencuentros con amigos del pasado, de las
celebraciones de fiestas tradicionales. Todas esas oportunidades para brindar,
y por qué no, mover el bote.¡Salud!
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